Nicolás Jarry ya dejó atrás Roland Garros. Se marchó satisfecho por haber llegado a octavos de final y por el nivel exhibido. Ahora se enfoca en lo que viene, la temporada de pasto, con Wimbledon como la guinda del postre.
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Antes de dejar París, se dio tiempo para una entrevista en profundidad con el sitio especializado Clay, donde se refirió a sus virtudes, su estilo, sus objetivos, su vínculo familiar con el deporte, el doping y los sueños que no podrá cumplir en el mundo.
La raqueta número uno de Chile reconoció que tiene una espina clavada, que todavía no ha podido jugar contra ninguno de los miembros del denominado "Big Three", Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer.
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"Eso es una frustración, me hubiera encantado", confesó. Al ser advertido de que aún tiene la opción de toparse con el serbio, dada la lesión e inminente retiro que afecta al español, agregó que "al final uno quiere jugar con los mejores, medirse con los mejores. Para eso estoy jugando, para tener la posibilidad de competir con ellos, además de ser un hito bonito que va a quedar en los recuerdos".
También le consultaron por su eventual parecido tenístico con el argentino Juan Martín del Potro, ganador del US Open, una similitud de estilos que para él no es tan clara.
"No soy de compararme con otros jugadores altos. Yo intento conocerme a mí, ver mi fortaleza y mejorar mi juego. En comparación con Juan Martín, él juega mucho más plano que yo, sobre todo en la derecha, somos un poquito diferentes. Me encantaría llegar a ser como él, tener los títulos que tiene él. Voy a seguir concentrado en mi trabajo para seguir escalando", aseguró.
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En cuanto a su condición de miembro de una familia con una larga tradición en el deporte, en especial por su abuelo Jaime Fillol, Jarry reconoció que si bien tienen una relación cercana y que recibe su apoyo, cuenta con su propio equipo de trabajo.
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Sin embargo, admite que de no haber sido por él es muy probable que no se dedicara al tenis. "Ninguna posibilidad. Al final, desde chico que viajé con él, mi mamá jugaba. Es difícil que un pintor o un arquitecto de familia de arquitectos no salga arquitecto. Uno está tan metido en el mundo que es imposible eso de si no hubiera tenido esos papás, no serías la persona que eres", sentenció.
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Sobre el episodio de doping que lo afectó y por el cual recibió un castigo de 11 meses, además de obligarlo a retomar su carrera casi desde cero, el "Príncipe" manifestó que "aprendí a abrirme, a conocerme. A tener más perspectiva de las cosas. A veces la vida te tira cosas difíciles y hay que aceptarlas, son parte de. A cada uno le puede tocar cualquier cosa difícil, y esta fue la mía".
Por último, respecto a su próximo gran desafío, Wimbledon, recordó que ahí ganó su primer partido de Grand Slam y que espera que "me siga yendo bien".
Las claves
- Entrevistaron a Nicolás Jarry en revista especializada en tenis.
- Se refirió a sus objetivos, su juego y los momentos difíciles de su carrera.