Carlos Alcaraz (1°) iba por su primer título en Roland Garros, para confirmarse como digno heredero de Rafael Nadal. Se estaba acercando, jugaba un partido parejo contra Novak Djokovic (3°), igualado a un set por lado, pero en el comienzo de la tercera manga de la semifinal sufrió un problema físico del cual no pudo recuperarse y terminó cediendo el partido tras cuatro parciales.
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El español reconoció que estaba presionando por la instancia en la que se encontraba y por el rival que tenía al frente, nada menos que al ganador de 22 títulos de Grand Slam, a uno de ser líder exclusivo en este ítem entre los varones.
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"Sentí calambres por los nervios y la tensión de jugar con una leyenda como Djokovic. Nunca había sentido algo así en el pasado. Los calambres empezaron en la mano, luego en las piernas y han acabado siendo por todo el cuerpo", explicó.
El murciano de 20 años comentó que el serbio "te lleva al límite y te va exprimiendo poco a poco. Si alguien juega contra Djokovic y dice que no nota tensión, miente".
Pese al duro traspié, quiere llevarse lo positivo a casa. "Tengo que aprender la lección para la próxima vez. La tensión me ha pasado factura tras dos sets muy duros. Lo que me ha pasado lo achaco a un tema mental, he entrado al partido más tenso de la cuenta", aseguró.
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Otro asunto que llamó la atención fue su decisión de continuar en la cancha, pese a que era evidente que no se recuperaba y que así no podía darle batalla a "Nole".
El número uno del mundo manifestó que nunca pensó en esa opción. "Le decía a mi banquillo que estaba jodido, pero no me he planteado la retirada. Pensaba que en el cuarto set tenía un 1 por ciento de opciones. Me hubiera comido mucho la cabeza si me retiro", subrayó.
Las claves
- Carlos Alcaraz reconoció que entró nervioso a enfrentar a Novak Djokovic.
- Dijo que esa fue la razón por la cual sintió calambres.