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El “Caso Rubiales” complica la candidatura de España al Mundial y le da impulso a Sudamérica

El beso forzado del presidente de la Federación a una jugadora pone un foco crítico en la sociedad hispana y saca de escena al dirigente clave en la postulación al Mundial del 2030.

Rubiales abraza a una jugadora luego del título de España en el Mundial Femenino. / Franck Fife / AFP
Rubiales abraza a una jugadora luego del título de España en el Mundial Femenino. Franck Fife / AFP (FRANCK FIFE/AFP)

El terremoto por el caso del beso forzado de Luis Rubiales, visto como el "MeToo" de la sociedad española, vuelve a poner al machismo como foco del debate y complica la imagen de modernidad que el país quiere entregar al mundo.

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Las implicancias son variadas, una verdadera bola de nieve que incumbe desde el presidente del gobierno en ejercicio hacia abajo y que podría complicar incluso gravemente las opciones de España, junto a Portugal y Marruecos, de quedarse con la organización del Mundial masculino del 2030, donde compite con la candidatura sudamericana de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. 

"¿Un beso consentido es para sacarme de aquí?", preguntó desafiante el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) el viernes 25 de agosto, incrédulo ante el escándalo desencadenado por el beso forzado que le plantó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante las celebraciones por el triunfo de España en el Mundial Femenino.

Negándose a dimitir pese a la catarata de críticas y pedidos para que se apartara del cargo, Rubiales atacó el "falso feminismo" y dijo estar dando "una lección de vida" a sus tres hijas presentes en el público, en un discurso aplaudido por un auditorio compuesto en su mayoría por hombres, y donde estaba el técnico de la selección femenina, Jorge Vilda. 

"Un macho a la antigua"

Unas palabras, retransmitidas en directo al mundo entero, que impresionaron a Inés Alberdi, socióloga especialista en derechos de las mujeres.

"'Hombre, yo no la he violado', fue lo que vino a decir en el discurso" Rubiales, señaló esta antigua directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para las Mujeres, para quien el ahora suspendido jefe de la RFEF es "un macho a la antigua".

Una marcha en Madrid protestó contra Rubiales y el machismo. (OSCAR DEL POZO/AFP)

El escándalo, convertido en asunto de estado, "muestra la línea generacional y cultural entre profundas tradiciones de machismo y el progresismo más reciente que ha puesto a España a la vanguardia europea en cuestiones de feminismo e igualdad", escribió el New York Times, uno de los varios medios internacionales que se han ocupado del asunto.

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Rubiales es un "machista de siempre", subrayó Marina Subirats, ex directora del Instituto de la Mujer, con un "vocabulario y un gesto como tocarse los huevos (genitales)" en el palco al lado de la reina Letizia durante la final del Mundial.

Para la profesora de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Aina López, la respuesta contundente de la sociedad española muestra que este caso marcará "un antes y un después".

El lunes 28 de agosto, centenares de mujeres se manifestaron en el centro de Madrid al grito de "no es un pico (beso), es una agresión" y la fiscalía abrió una investigación preliminar contra Rubiales por un "presunto delito de agresión sexual".

"Se acabó cualquier discriminación a las mujeres", zanjó este martes en rueda de prensa el ministro de Deporte, Miquel Iceta, quien saludó "una verdadera reacción social y deportiva que va a hacer de este país un país todavía mejor".

"Es más fácil cambiar una ley que una cultura", reconoció el lunes la delegada del gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, quien sin embargo se congratuló por un "gran cambio de paradigma" en el país, donde cada vez más se alza la voz contra aquellos que creen que tienen "el derecho a acceder al cuerpo de las mujeres".

Perjudica la candidatura

La decisión de Rubiales de no renunciar, la suspensión de su cargo decretada por la FIFA y la imagen sobre los resabios machistas que aún subsisten en la sociedad española -pese al mayoritario rechazo a la actitud de la Real Federación Española de Fútbol- pueden complicar severamente la candidatura hispana, en conjunto con Portugal y Marruecos, a organizar el Mundial del 2030 del centenario.

Si bien por un lado la presencia de Rubiales haría inviable la postulación, por otro, ha sido el hombre clave de la candidatura, sobre todo por su relación con el gobierno del socialista Pedro Sánchez y con el presidente de la Unión Europea de Fútbol, Alexsander Ceferin. 

De todas maneras, para no perjudicar la candidatura, Portugal cortó lazos con Rubiales. "La candidatura conjunta a la organización del Mundial de 2030, que Portugal integra, no está en causa con la actual polémica que envuelve al presidente de la RFEF", dijo a EFE el secretario de Estado de Deportes luso, João Paulo Correia. 

La elección de la sede del Mundial del 2030 se realizará a fines del 2024, por lo que España tiene tiempo de lavar su imagen, pero ciertamente esta es una mancha que le da un golpe a una candidatura que asomaba como favorita por la situación económica de dichos países, por sobre la opción más histórica y sentimental de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, que apuesta por celebrar el centenario del primer Mundial en el continente que fue protagonista en la Copa de 1930.

Las claves

  • Durante la premiación del título de España en el Mundial Femenino, Luis Rubiales le dio un beso forzado a la jugadora Jenni Hermoso.
  • Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA.
  • España, Portugal y Marruecos pretenden organizar el Mundial de 2030 y su gran adversario es la candidatura sudamericana de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

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