El beso que le dio Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la premiación del Mundial de Australia-Nueva Zelanda toma ribetes judiciales, luego que la seleccionada española presentara una denuncia en la Fiscalía General del Estado contra el suspendido presidente de la federación de ese país.
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El Ministerio Público hispano ya había abierto una diligencia por el caso, a fines de agosto, pero para seguir avanzando penalmente consideraba clave la colaboración de la jugadora, hecho que se materializó durante la jornada de este martes, tal como informan medios de ese país.
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Según explican en España, para el desarrollo del proceso y proceder por los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, era fundamental contar con la acusación de la persona agraviada.
El caso debería ser visto por la Audiencia Nacional, por haberse cometido en el extranjero (la final se jugó en Sydney) y, de acuerdo al diario El País, Rubiales arriesga una pena entre uno y cuatro años, pues así castiga el Código Penal "cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento".
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En sus declaraciones públicas, Rubiales ha ofrecido disculpas por el episodio, pero se ha resistido a calificarlo como un acto forzoso, sino que mantiene su posición de ue consentido, pese a que la propia Hermoso, en un comunicado, ha asegurado que no fue así.
El suspendido timonel del balompié hispano, a través de videos de la interna del plantel tras el hecho, ha intentado mostrar que la jugadora y sus compañeras le bajaron el perfil e, incluso, bromearon con el beso poco después de que ocurriera.
Las claves
- Jenni Hermoso decidió denunciar a Luis Rubiales ante la Fiscalía.
- Este paso permite al Ministerio Público español avanzar en la querella contra el suspendido dirigente.