Este domingo en "De tú a tú", Martín Cárcamo conversará con la periodista y conductora de Contigo en la Mañana, Monserrat Álvarez.
La actual rostro de Chilevisión recordará su infancia, criada en una familia de intelectuales, su papá sociólogo y su mamá filósofa, lo que forjó su personalidad inconformista. Según dirá, su niñez estuvo marcada por el severo caso de estrabismo con el que nació.
"Era turnia de los dos ojos. Veía doble, yo todavía veo la luna y veo dos lunas. Eso me generó muchos problemas. Como no tengo profundidad, me servía la leche fuera del vaso, me andaba pegando, no podía jugar a equilibrarme en la cuneta. Iba usando parches en un ojo y después en el otro hasta los 12 años", revelará, agregando que la operaron tres veces de la vista.
"Yo tengo un problema en mi autopercepción. Como veo tan mal, me siento muy insegura... aunque no me veo insegura. Era gordita, con parche y con anteojos, entonces me sentía disminuida", añadirá.
Sin embargo, ya llegada la adolescencia volvió a adquirir personalidad y se convirtió en permanente presidenta del Centro de Alumnos, además de mostrar talento para animar y cantar en los recreos. Además, su vida amorosa floreció. "Tuve 17 pololos hasta que me casé a los 27", confesará.
La gran pena de "La Monse"
La periodista recordará a su hermano mayor, Sebastián, quien era arquitecto y falleció hace 24 años por un accidente muy fortuito en Estados Unidos. "Para mí era la influencia más grande que tenía, toda mi adolescencia. Yo salía mucho con mi hermano. Él se fue a vivir a Nueva York y yo me fui un mes con él a la misma pieza, era demasiado entretenido, lleno de ideas", dirá, y rememorará lo traumático que fue para ella enterarse de su muerte, lo que la dejó sumida en una gran depresión.
"Esa noche no me gusta recordarla, fue muy terrible. No nos alcanzamos a despedir. El peor momento del día es cuando tú abres los ojos en la mañana. Despertar es terrible, todas las mañanas (...) Yo ya estaba casada y estaba en el canal Rock & Pop, así que en la mañana me subía al auto y me iba llorando al trabajo de La Reina a Bellavista, todos los días de mi vida", asegurará.
Todo cambió cuando un día se dio cuenta de algo. "De repente llevaba dos semanas sin llorar, no sabía por qué, y estaba embarazada de mi primer hijo. Fue la biología la que me ayudó", dijo acerca de su primer hijo, Domingo.
Su separación
En 2016, tras 19 años de matrimonio y tres hijos, se separó de su primer esposo. Poco tiempo después, un amigo de infancia se conectó con ella. Se trataba de Carlos Fernández, escultor 7 años mayor.
"Carlitos me amaba desde que yo era pequeña, con parche en el ojo. Nuestras familias se conocían, yo conocía a sus papás y desde siempre. Cachó que me había separado y me joteó, me mandó un mensaje por Facebook. Yo no cacho nada de Facebook porque lo vi como a los siete meses", desclasificará la periodista sobre el accidentado inicio de la relación, la cual dura hasta hoy.
"Es lo máximo, lo amo, total. Es todo lo que yo no soy, somos súper complementarios. Él me ha enseñado mucho, vive totalmente el presente. Al principio yo me urgía mucho de que él no pensara en el futuro, pero me encanta esa capacidad que tiene de estar tranquilo, simpático e inteligente", dirá sobre él, asegurando que lo que los ha mantenido unidos es precisamente el mantener sus espacios separados.
"No vivimos juntos, y esa es la clave. Yo soy una pésima polola en la semana. A la hora en que llego a la casa es la hora en que empiezo a trabajar de nuevo, y estoy un poco acostumbrada a ese sistema. A veces nos juntamos a almorzar o en la noche, pero nos vemos viernes, sábado y domingo, y es exquisito, vamos a la playa juntos. A él le parecía raro al principio, pero ahora está feliz", sostendrá.
"Yo creo que cuando estemos más viejitos y tengamos que cuidarnos y los niños ya no estén, vamos a tener que vivir juntos. Siempre estamos con proyección de futuro. Pero, como están las cosas, ahora está perfecto", destacará.
Las claves
- Monserrat Álvarez estará en De tú a tú con Martín Cárcamo
- Conversará de su actual pareja y de la pena de perder a su hermano