Primero fueron un par de aros. Ahora, tatuajes en sus brazos. Así, el querido participante de Gran Hermano, Francisco Arenas, más conocido como Papá Lulo, está decidido a disfrutar la vida tal como le plazca, a sus 61 años de edad.
PUBLICIDAD
El sexto eliminado del reality de CHV contó en sus historias de Instagram que iba rumbo a tatuarse los brazos, junto su hijo regalón.
Te recomendamos
"Me voy a tatuar un rottweiler como me dicen en la carretera, y en este otro hombro, el ojo de Gran Hermano como le prometí en la entrevista el otro día a mi amigo", admitió Francisco mientras iba camino a tatuarse desde Maipú, hasta Pedro de Valdivia.
Posteriormente, compartió otro video desde el mismo lugar donde estaban pintando su brazo derecho con la cara del canino de origen alemán.
Te recomendamos
Papá Lulo se hará tatuaje de Gran Hermano
"Quiero disfrutar lo que me queda de vida con mis aros y mis tatuajes", dijo como frase digna de ser tatuada también.
Finalmente, mostró el resultado del diseño, pero quedó pendiente el ojo de Gran Hermano, puesto que según contó, le dolieron mucho los pinchazos y reconoció ser "gallina" con las agujas.
"El de Gran Hermano, todavía no, porque yo soy medio gallina para las agujas. Así que estoy esperando que este se relaje un poco y después comenzaremos con el otro", contó a Publimetro.
Las claves
- Francisco Arenas, Papá Lulo, se tatuó un rottweiler.
- "Quiero disfrutar lo que me queda de vida con mis aros y mis tatuajes".
- Además, se hará el ojo de Gran Hermano, en el hombro izquierdo.