Invitados a Podemos Hablar, los exmaridos Mauricio Pinilla y Gissella Gallardo abordaron cómo es su actual relación tras separarse el año 2022, después de 20 años de casados, revelando que salió el sol después de la tormenta y hoy en día están de lo más amigos, casi hermanos.
Así lo contó la propia periodista, quien confesó que a su exmarido lo va a apoyar toda la vida, porque es el padre de sus tres hijos.
Todo partió cuando comentaban el proceso de Pinilla cuando decidió internarse en una clínica tras sentirse desconectado emocionalmente de sus hijos. Compleja situación que Gissella debió enfrentar sola y hacerse cargo de la familia, junto con el dolor que provocó la muerte de su padre.
“Ha sido super difícil, la verdad, punto uno, porque en el fondo en uno de los momentos más difíciles de mi vida es el tema de mi papá, la enfermedad y después su muerte, es como que necesitas a alguien que que te sostenga y tenía que yo sostener a mis niños y aparte apoyar a Mauricio, que para mí es una preocupación, un tema, porque quiero que esté bien. Los niños crezcan con un papá sano emocionalmente, feliz, que disfrute la vida… pero, bueno aquí estamos, lo voy a apoyar toda mi vida, todo lo que pueda, lo que necesite y mientras se pueda”, contó de manera incondicional, en el capítulo que saldrá emitido el viernes en CHV.
Además, agregó medio en broma medio en serio que actualmente, tienen una excelente relación “de hermanos”.
“Somos hermanos, no, amigos, no es que lo llamo, para contarle alguna cosita de alguien, ni él tampoco a mí. Somos muy buenos papás, según mi opinión y la verdad es que somos como hermanos….hacer trámites”, reveló.
“Dios me iluminó”
Respecto a su proceso personal, Pinilla contó cómo fue que decidió tratarse sicológicamente.
“Fue una decisión súper importante que tomé, efectivamente me sentía como desconectado de los lazos afectivos con mis niños, entré en una fuerte depresión, lo único que hacía era salir a trabajar y llegar a mi casa a encerrarme. No quería haber más gente… llegó el momento clave en el cual Dios me iluminó y me dijo ‘Mauro, de esta no vas a salir solo, asesórate con un especialista y tomé la decisión de internarme en una clínica’, que me diera el respaldo emocional y psicológico para poder salir de la situación que estaba”.