Tener enfrente a Carlos Villagrán, es recordar a un personaje, que aún hoy en día, sigue acumulando seguidores, pero sobre todo carcajadas al verlo en los capítulos de El Chavo del 8.
PUBLICIDAD
Sin duda que la serie El Chavo del 8 ha sido uno de los programas de televisión más visto no sólo en México sino en el mundo entero, esta serie independiente que nació como un sketch dentro de un programa de televisión terminó convirtiéndose en un ícono cultural, tipo comedia, que llegó a tocar temas como la inclusión, igualdad, pobreza y desempleo.
Pese a que su última transmisión fue en 1995, con la segunda temporada, los personajes siguieron dejando huella de generación en generación, uno de ellos fue Kiko, interpretado por el actor Carlos Villagrán permitiéndole alcanzar la fama.
“Me han matado tres veces, he ido a dos velorios míos, así que tomé café gratis (risas). Me mataron en el terremoto del 85, y otra cuando dije ‘Ya cállate, ya cállate que me desesperas’, y dicen que se me reventó una vena, la verdad es que estoy muy bien a mis 80 años”
— Carlos Villagrán
Hace un año, el actor anunció que diría adiós al personaje, “ha sido difícil alejarlo porque tiene mucho trabajo (risas)”.
Durante su breve paso por la ciudad, señaló que ya no le gusta dar entrevistas ni asistir a programas que lo invitan. Por ahora, viaja a varios lugares de Sudamérica, en donde se siente más querido.
Convivencia en Guadalajara
Carlos Villagrán hizo una aparición publica este fin de semana en Guadalajara, donde tuvo una convivencia con los fans en la tienda Coleccionista y autógrafos, quienes pagaron casi tres mil pesos por estar frente a él.
El comediante llegó del brazo de su esposa, pero lo que preocupó a sus fans fue verlo quitarse los lentes oscuros por unos segundos para mostrar un derrame en el ojo, a consecuencia de un fuerte golpe.
PUBLICIDAD
Kiko estuvo a punto de cancelar la firma, pero al final complació a casi 100 personas que acudieron a recordar un poco de su infancia.
Algunos le preguntaron cómo se sentía, “todo bien pero tengo que usar los lentes”, respondió.
Durante casi dos horas, reibió el cariño de los que pagaron el boletos, algunos le dieron alguns regalos como cuadros
.