Un revelador reportaje realizado por el periódico inglés “The Guardian” puso en el centro de la polémica al mago e ilusionista estadounidense David Copperfield, quien fue acusado por 16 mujeres de “conducta sexual inapropiada” y “comportamiento inapropiado” durante finales de la década de los ochenta y 2014.
PUBLICIDAD
Según indica el medio británico en su versión estadounidense, de todos los testimonios recogidos entre las eventuales víctimas de Copperfield, más “de la mitad corresponderían a mujeres menores de 18 años”, y en algunos casos, incluso “a niñas de sólo 15 años” al momento de la comisión de los delitos.
Las denuncias por abuso sexual a Copperfield
“Las acusaciones en su contra incluyen afirmaciones de que (Copperfield) drogó a tres mujeres antes de tener relaciones sexuales con ellas, a lo que ellas sentían que no podían dar su consentimiento”, explica el medio, que señala que en el caso de las menores de 15 años “es posible que él no supiera sus edades”.
Con todo, la versión estadounidense del diario inglés aclaró que su investigación la realizó con una serie de “artículos que se han basado en entrevistas con más de 100 personas, y registros judiciales y policiales” de las eventuales víctimas, quienes indicaron que conocieron a Copperfield “a través de su trabajo como uno de los artistas más exitosos del mundo”.
Consultado por las denuncias, el mago negó haberlas cometido e insistió en que no cometió ningún “tipo de irregularidad” en contra de sus denunciantes.
La versión del ilusionista fue ratificada por su equipo de abogados, quienes en un comunicado enviado a “The Guardian” insistieron en que su representado “nunca ha actuado de manera inapropiada con nadie, y mucho menos con ningún menor de edad”.
Las acusaciones, recalcaron, son “falsas y totalmente infundadas” respecto del comportamiento de Copperfield, quien aseveraron es reconocido por ser un personaje amable y de una personalidad más bien tímida en su “trato a hombres y mujeres”.
“Hay numerosas acusaciones falsas en su contra”, remarcaron los abogados, quienes dijeron que el ilusionista “nunca jamás actuó de manera inapropiada con nadie, y mucho menos con ningún menor de edad”.